Qué hacer con el árbol de Navidad
Ya no se quitan los árboles de los bosques y hay una producción específica para la Navidad. En razón de eso podemos concluir que el problema ecológico no es el hecho de comprar un árbol natural ya que existe un cultivo apropiado y orientado a estas fiestas. La dificultad reside en qué hacer con el árbol tras la Navidad. En ese caso, lo más conveniente es que se busque un servicio de recogida de esos árboles para evitar que se acumulen residuos suyos por las calles o al lado de contenedores repletos. También es recomendable que cuando compres árboles de Navidad, a ser posible, elija aquellos que tienen raíz; pasadas las fiestas podrás acudir a un centro de recogida para su posterior replantación. Y si decides montar en lugar de un árbol natural uno sintético, mejor que mejor. Tu bolsillo y tu tiempo te agradecerán. Y la naturaleza también. No utilice el musgo ni el acebo como elementos decorativos. Son plantas en peligro de extinción y su recolección está prohibida en muchas comunidades autónomas. Los frutos del acebo son un recurso alimenticio invernal, cada vez más escaso, para los animales salvajes del bosque.
Qué hacer para no gastar tanta energía
El desenfreno navideño también está marcado por la cantidad de luces brillantes que adornan las calles, los jardines y las casas. Todavía no existe una normativa seria y generalizada que regule la iluminación navideña, por lo que se hacen necesarias alternativas viables que frenen tanto gasto de energía. Se recomienda el uso de bombillas de bajo consumo, de micro-bombillas, de módulos que, sin restar calidad decorativa, reducen en un tercio el consumo eléctrico, así como un control limitado de horas de encendido. Si esas medidas fuesen adoptadas por todos los consumidores, incluidos comerciantes y administraciones locales, se notaría una reducción en el consumo, y un mayor interés por las tecnologías ahorradoras. Recuerda que las luces navideñas deben ser un elemento de decoración y no de iluminación.
Qué hacer para reciclar
¡Cómo se nota cuando se acaban las fiestas de fin de año! Por todas partes hay un acumulo tremendo de materiales que sobran de las comidas, de la decoración, etc. Los contenedores no pueden con todo. Es que la Navidad se ha convertido en la conmemoración por excelencia del gasto. En las recogidas selectiva de los municipios se observa un incremento de papel y vidrio de entre el 20% y el 30%. Lo ideal sería empezar el nuevo año dando vida nueva al cotidiano. Y nada mejor para empezar utilizando el reciclaje. Lo puedes empezar organizando la basura y depositando cada material en su debido contenedor. Aprovecha para reciclar también ropas usadas, muebles que ya no necesitas y otros objetos olvidados en cualquier rincón de la casa. Siempre habrá alguien que los necesite. Recicla los adornos navideños, ordenadores, ropa, máquinas, muebles, juguetes, los papeles de regalo, las postales navideñas, antes de tirarlos a la basura convencional. El compartir, el regalar, también es parte del espíritu navideño.