En principio es conveniente seleccionar la especie de acuerdo al sitio de plantación y el espacio disponible, generalmente encontraremos árboles disponibles en los viveros, mercados o aún en los centros comerciales; se venden en bolsas o en algún tipo de maceta, las especies más comunes son: pinos, truenos, álamos cedros, jacarandas, fresnos, casuarinas, encinos, etc., conviene saber que talla alcanzan en su edad adulta y si tiran o no las hojas cada estación seca.
Conviene seleccionar especies de viveros cercanos al sitio de plantación, escogiendo plantas vigorosas con tallo bien lignificado, se recomienda aplicar fertilizantes ricos en fósforo, potasio y elementos menores, además de podar de manera periódica las puntas y la raíz; si el sitio no cuenta con riego entonces las lluvias determinan el tiempo de plantar si se tiene riego, la presencia de heladas será la limitante.
Es importante considerar las condiciones del suelo como la compactación, pedregosidad del suelo y sobretodo la humedad o fuente de agua disponible. En zonas cálido- húmedas, se recomienda utilizar plantas mayores de 35 centímetros de altura, mientras que en climas templado-fríos, pueden ser desde 25 cm, la relación entre parte aérea y parte radical debe ser de 3 a 1 y la raíz no debe tener el defecto de “cola de cochino” (espiralaza o enrollada).
Para el transporte de plantas conviene utilizar cajas de madera, cartón o plástico; también es mejor regar las plantas antes de moverlas del vivero para que no se deshidraten durante el viaje, si se van a mover las plantas a raíz desnuda, las raíces se deben enlodar, envolver en papel húmedo y amarrar en manojos para su protección. Antes de la plantación, se recomienda podar la raíz, recortando las puntas que crecieron hacia arriba o en forma circular, si se poda la raíz, es necesario cortar un poco de follaje lateral para compensar la pérdida de raíces.
Al plantar se debe quitar el envase o maceta, retirando el plástico del sitio de plantación ya que no es biodegradable, la técnica de plantación mas frecuente es la de hacer previamente una cepa en el terreno con una pala recta o barreta con dimensiones de 40 x 40 x 40 cm, la tierra extraída de los primeros 20 cm es la más fértil y se coloca a un lado; en otro lado se coloca la tierra de los 20 cm más profundos (que es la menos fértil), el siguiente paso es colocar en el fondo de la cepa la tierra más fértil para que el árbol disponga de nutrientes por un breve tiempo, enseguida se coloca el arbolito lo más recto posible y se rellena la cepa con el resto de la tierra compactándola para evitar “bolsas de aire”, luego se riega y se vuelve a hacer esto al menos una vez a la semana mientras la planta se arraiga al suelo, posteriormente se debe regar cada quincena o mensualmente durante la época seca.