La opción más extendida y más tradicional es la combinación del rojo con el verde de los árboles de Navidad. Los rosas y morados, combinados con las purpurinas también son una opción muy extendida y que combina a la perfección con el rojo. Para completar la decoración solemos incluir también una flor de pascua roja, pero existen otras opciones como el Ciclamen, en rojo o rosa. Una planta muy bonita y elegante que hará que nuestro hogar se diferencie un poco de los demás.
Los tonos blancos y plateados recuperan la tradición de los cuentos de invierto. Los largos picos decorativos, el cristal transparente y la decoración color plata en el árbol crean un ambiente mágico que parece transportarnos al país de Santa Claus. La orquídea blanca o la flor de pascua blanca son las plantas que completarían esta decoración.
Por último, el color oro parece ser la opción más opulenta, más barroca. Las telas doradas de calidad, la purpurina dorada y también las piñas. No suelen faltar angelitos de inspiración barroca y jarrones acabados en pico. La elección de esta tonalidad aportará más luminosidad.