Los principios de Feng Shui y los cinco elementos principales ayudan a equilibrar la energía de la casa y sus habitantes. No es extraño que una persona se sienta bien en una estancia y mal en la contigua. La meta del Feng Shui es decodificar esta íntima relación que une al hombre y a su entorno, afectando a su equilibrio emocional.
Para ello, existen varias teorías como la del 'Yinn y el Yang' o la de 'Los cinco elementos' (la Tierra, el Metal, el Agua, la Madera y el Fuego). En definitiva, el Feng Shui muestra la vía que lleva a equilibrar las energías personales y del hábitat, hogar u oficina, con las leyes de la naturaleza para poder vivir en armonía con ella. Así se puede aprender a manejar los problemas personales, desarrollando un potencial óptimo.
Todos los seres humanos se ven afectados por lo que les rodea, ya sea la estructura de un edificio, los colores, la luz o las hechuras de un mueble. Todos esos elementos pueden incidir directamente en la salud emocional de las personas.
El Feng Shui es un lenguaje de símbolos que interpreta la forma de una casa, la posición de un espejo o de una cama y su relación con el estado de ánimo de las personas. En resumen, es una forma de armonizar la vida del hombre y la naturaleza, que no promete cambios radicales, pero sí pequeñas mejorías que aumentarán la calidad de vida de quien lo aplique.
Existen cuatro tendencias en la práctica del Feng Shui: la Escuela de las Formas se basa en el estudio del entorno, en la forma de la casa y en los objetos que la decoran. Por su parte, la Escuela Budista se centra en la entrada de la casa y crea un gráfico llamado Ba Gua para realizar el análisis, mientras que la Escuela de los Ocho Presagios utiliza la brújula y, en ocasiones, la teoría de los Cinco Elementos. Por último, la Escuela de las 24 Estrellas utiliza la brújula, el entorno, la fecha de construcción y los Cinco Elementos para desarrollar su análisis. Ésta es probablemente la escuela más desarrollada y su técnica es la más aplicada.
Los cinco elementos del Feng Shui
Los elementos utilizados por esta técnica se corresponden con los elementos sagrados que no deben faltar en una casa y que los antiguos denominaban 'Las Cinco Actividades'. La Tierra, el Metal, el Agua, la Madera y el Fuego son los principales remedios para las casas y otros ambientes que interpretan el electromagnetismo que los rodea.
El elemento Tierra es un reactivo aislante, no se debe olvidar que la tierra es de referencia cero en la electricidad. Su forma es la de un cuadrado, sus colores el amarillo y el naranja y simboliza la estabilidad, la solidez y lo confiable. En segundo lugar se encuentra el Metal, un gran conductor de energía. Además, conviene tener en cuenta que una superficie pulida de metal es una perfecta área reflectora. Se corresponde con la forma de un círculo, su color es blanco o gris y remite a la abundancia, la riqueza y el éxito financiero. Por su parte, el agua simboliza lo abismal, la profundidad de los desconocido, el principio de la vida y el cambio constante. Su forma es la de dos ondulaciones paralelas y sus colores los azules y negros. El elemento madera, asociado en la Antigua China con la agricultura, la vida vegetal y sus procesos, encarna la forma de un rectángulo, su color es el verde y simboliza el crecimiento, la creatividad y la alimentación. Por último, el fuego se identifica con el mediodía y con el sur, además de con todos los procelosos químicos en los que se hace presente (radiación, inducción y combustión). Su forma es la de un triángulo rojo y sus colores los rojos y burdeos.
Una vez conocidos los cinco elementos, se puede aprender a transmitir sensaciones a través del ambiente; el equilibrio entre estos elementos puede mejorar el humor de una persona e, incluso, su salud física y mental.
Armonía en el hogar
Por todo ello, la disciplina de Feng Shui establece el método de colocación que actualmente está revolucionando la forma de ubicar al hombre en su entorno, explicando cómo armonizar el hogar por medio de la aplicación de milenarios secretos chinos. Así, establece la mejor forma de disponer las distintas partes de la casa y ofrece los remedios para intentar hacer útiles aquellos espacios que no se puedan cambiar, por ejemplo una puerta.
Asimismo, dice cómo aprovechar mejor el espacio o alguna estancia concreta del hogar de acuerdo con la energía que fluye de los Cinco Elementos. Estos principios básicos, sobre los cuales es necesario diseñar la decoración y distribución del mobiliario, proporcionarán un ambiente que transmita armonía y bienestar. No sólo en casa, sino también en la oficina o lugar de trabajo, incluso en una sala de espera, ha de configurarse un ambiente cómodo y de relax.
El Feng Shui es un lenguaje de símbolos, interpreta la forma de una casa, la posición de un espejo o de una cama y su relación con el estado de ánimo de las personas. En resumen, es una forma de armonizar la vida del hombre y la naturaleza, que no promete cambios radicales, pero sí pequeñas mejorías que aumentarán la calidad de vida de quien lo aplique.